Hace mucho que Óscar Urbiola ha iniciado un viaje con el objetivo de comprender un poco más nuestro comportamiento. Un viaje que, según sus propias palabras, no tiene final.

Viajar, leer y escribir son sus pasiones más características. No sólo se ha desplazado para ver países, sino también para ver pueblos, sociedades, culturas… Conocer las ideas de otros semejantes, sus representaciones, sus imágenes e ilusiones, sus pensamientos y juicios, ha sido para el autor el motor de tanto tiempo invertido y tanto kilómetro recorrido. Afirma viajar en busca de respuestas que le proporcionen nuevas preguntas. Se interesa sobremanera por la cara menos explorada de la realidad. Por aquella cara en la que casi nadie ha reparado pero que es tan importante, y a veces incluso más, que la mostrada en primer lugar. No se ha conformado con ver imágenes o fotos de lugares y de gentes, sino que ha querido estar en los mismos. Y si bien entiende que viajar es una de las muchas maneras de buscar conversación con el mundo, comprende que el viaje más largo que todos hacemos es el viaje hacia el interior de nosotros mismos.

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